lunes, 3 de octubre de 2011



Lo primero que debo hacer por que me lo pide el cuerpo es pediros a todos disculpas por la tardanza, he estado un tiempo out y eso en el mundo de la red es imperdonable, así que reitero mis más sinceras disculpas y espero que siga teniendo un poco de vuestra atención.
En época de crisis aparecen siempre las morosidades, y en este punto existen siempre dos tipos de personas, aquellas que no tienen la cantidad económica que se le solicita y por eso no pagan o bien aquellas que aprovechando la coyuntura económica pretenden evitar el pago o por lo menos dilatarlo en el tiempo.
Muchos son las modificaciones legales que a lo largo del tiempo se han ido produciendo para acelerar los trámites del cobro, desde la inclusión del proceso monitorio o la agilización de los trámites para favorecer el desahucio en caso de impago del arrendatario.
En primer lugar abordemos el tema de un proceso monitorio, se trata de un procedimiento regulado en la Ley de Enjuiciamiento Civil en los artículos 812 a 818, que pretende luchar contra la morosidad en operaciones de índole mercantil, resultando muy útil para pequeños y medianos comerciantes.
Su característica fundamental es la rapidez así como que logra conseguir resultados efectivos al poco tiempo de su presentación.
Podrán acudir a este proceso quien ostente una deuda líquida, exigible y vencida de cantidad determinada que no exceda de los 250.000 euros por encima de este límite deberá acudirse al procedimiento ordinario.
Para la intervención en dicho procedimiento no es necesario abogado ni procurador con independencia de la cuantía que se reclame.Si la parte a la que se le reclama la deuda se opone a la misma y la cantidad que se reclama excede de los 900 euros esa oposición deberá ir firmada de abogado y de procurador siendo necesario en ese preciso instante la intervención de ambos profesionales tanto para reclamante como para reclamado.
Un ejemplo sería un empresario que presta sus servicios emite una factura y el cliente no abona.

Otro día abordaremos el tema del desahucio, pero los procedimiento de este tipo en pleno auge en la actualidad favorecen un cobro como decíamos rápido, económico en el que se evitan dilatar procedimientos en el tiempo y mayores costes a quien por determinadas circunstancias su economía se merma por impagos no buscados.

Au revoir.