jueves, 3 de marzo de 2011

DONDE ESTA LA CASA MATARILE- LIRE- LIRE

Ante todo pediros disculpas, han sido muchos los días que he estado desconectada pero en este caso por causas ajenas a mi voluntad, mi portátil el viernes decidió que ya estaba cansado de trabajar y tuvo un apagón definitivo, quizás se solidarizó con las medidas económicas del Señor Gobierno y decidió disminuir su consumo eléctrico a fin de favorecer quizás la bajada del combustible. Gracias al señor técnico, mi cartera, unos 75 euros, y una gran charla de convencimiento ha decidido volver a funcionar, desde aquí gracias a todas las personas que ha colaborado en la vuelta de mi Sony.

En estos días he sufrido el acontecimiento más extraño de mi vida laboral, me ha desaparecido una casa. Si señores cual Houdini la casa decidió esfumarse, voilá visto y no visto.
Recuerdo que en mi época estudiantil nos explicaban la diferencia entre bienes muebles e inmuebles, tras largas clases explicando la diferencia, preguntaban ejemplos de una y otra clase, recuerdo alguno que otro excesivamente simpático, pero lo que desde esta semana no me van a poder negar es que una vivienda unifamiliar se integra dentro de la categoría de bien mueble dado que tiene la capacidad de aparecer y desaparecer.

Ahora os explico en detalle lo que sucedió para que entendáis de una manera más clara esta paradoja del destino, un cliente mío tiene en su finca dos casa, una antigua, su construcción data de 1987, y estaba totalmente legalizada me explico, estaba escriturada inscrita en el registro de la propiedad y dada de alta en el catastro, vamos que la casa existía en toda regla.

En Junio del año pasado la otra construcción fue escriturada y es que aunque su antigüedad era de 25 años no había sido escriturada ni registrada, mi misión entre otras muchas cosas fue esa legalizar una construcción existente.

Pues bien, todo perfecto hasta que esta semana para realizar una extinción del condominio y adjudicar las viviendas a herederos solicito una nota simple en el registro de la propiedad y voilá una de las casas no estaba en la finca tan sólo existía una, cuyas dimensiones y descripción nada tenía que ver con ninguna de las existentes.

Ya se pueden imaginar mi cara de sorpresa, mi único pensamiento era como explico yo esto a mis clientes, su casa ha desaparecido y la que nos queda nada tiene que ver con la que ostenta y lo que es peor, como llevo a cabo una adjudicación si no hay nada que adjudicar.

Pues tres días estuvo de viaje mi vivienda, tres largos días que sus tres largas noches, mientras que ella se divertía o lo que es peor conocía mundo Vigilia se instaló en mi dormitorio a mi lado y con sus conversaciones me impedía dormir.

Después de su juerga o época turística la vivienda decidió volver, volvió al Registro, a su nota simple y lo que  aún es mejor a la parcela de mi cliente, aún estoy pensando como no se dio cuenta de su desaparición.

Así que después de esta experiencia los alumnos ya podrán catalogar dentro de los bienes muebles las construcciones, aunque algunos tengan la osadía de definirlas como inmobiliarias, tienen capacidad de movilidad, así que no sólo los políticos pueden crear categorías nuevas en el ordenamiento jurídico nosotros podemos crear o modificar las existentes a la luz de los acontecimientos.

Os echaba de menos.

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